ALGUNOS APUNTES DESDE LA VISIÓN DE LA MUJER AYMARA

Yeny Paucar Palomino Comunicadora aymara

Ponencia presentada durante la charla “Mujeres aymara: género y política”,  durante el Wikicampamento 2025: Encuentro para activistas Wikimedia de Perú, realizada en Chucuito, Puno, entre el 12 y 16 de junio de 2025. 


Soy Yeny Paucar Palomino, mamá de Angela Sumita Ponce Paucar,  hija de Rosa Palomino y Cornelio Paucar; hermana de William, Judith y Ewarth; por supuesto nieta de Leandro, Ramón, Silveria y Dioniza mis abuelos, todos aymaras. Por lo tanto, soy una mujer aymara e indígena del distrito de Platería en Puno, Perú.

Quiero agradecer a Dios por darme la vida y la salud; a nuestra Pachamama por cuidarnos, criarnos, y darnos los alimentos que día a día nos mantienen y son medicina para nuestros cuerpos. Asimismo, para mi es importante recordar a nuestras madres: T´halla Bartolina Sisa y Domitila Barrios en Bolivia, a Micaela Bastidas en Perú, a la Comandata Ramona en México, a Tránsito Amaguaña y Dolores Cacuango en Ecuador, y a Bertha Cáceres en Honduras; mujeres que han abierto las brechas para que hoy yo pueda hablar desde mi cotidianidad, lucha y resistencia.

Pay suma. Ma suma aruntawi jumanakataki
Por ello, quiero hacer algunos apuntes sobre ser mujer aymara hoy en día:

Ser mujer aymara es un sinónimo de mujer luchadora, resistente y emprendedora, las mujeres aymaras hoy, junio del 2025, nos ubicamos en el campo y en la ciudad, hemos migrado por muchas razones, ya sean económicas, laborales o por la unidad familiar. Las mujeres aymaras somos las niñas que jugamos con nuestros trapos y hacemos muñecas, las niñas que vamos a la escuela, y las jóvenes que migramos a otras ciudades para estudiar enfermería u otra carrera técnica. Otras nos atrevemos a postular a la universidad y tener una profesión, pero eso no nos ha librado de ser discriminadas por nuestro color de piel, por nuestros conocimientos o saberes tradicionales que son invalidados por la filosofía europea. Sin embargo, ahí hemos demostrado de qué estamos hechas, somos personas empáticas, sensibles, rebeldes y radicales (porque venimos de las raíces), tenemos claro que queremos en esta vida mientras que la duda la vemos muy lejana.

Conversatorio “Mujeres aymara: género y política” durante actividades abiertas del Wikicampamento 2025 en Chucuito Puno.

Para nosotras es importante lo cotidiano, estar y acompañar a nuestros hijos en sus estudios y procesos;  nos importa cocinar para nuestras familias y somos las administradoras del hogar.  Además, somos las productoras de la agricultura familiar, las encargadas de la crianza de animales menores y del desarrollo  de artesanía (como accesorios o prendas de vestir), para participar del comercio local y con ese dinero comprar productos como el azúcar, las verduras, entre otros.

Las mujeres aymaras nos organizamos porque hay una necesidad de visibilizar nuestra lucha y resistencia, porque entendemos que unidas podemos exponer nuestras demandas y alcanzar nuestras metas, porque hemos entendido que tenemos problemas como mujeres indígenas aymaras, pero también tenemos propuestas y soluciones. Somos las que ahora nos atrevemos a tener distintos cargos como la presidencia del Vaso de Leche o de un grupo artesanal, y nos estamos empoderando poco a poco sobre nuestros derechos; somos mujeres que pensamos en colectivo. Siempre hemos sido guerreras, y es por ello que en la tomas de tierra de la zona alta de Acora, Platería y Chucuito de la provincia de Puno, la zona norte de Melgar y  otras localidades, hemos encabezado los procesos de lucha y enfrentado a los hacendados reclamando las tierras que por años han pertenecido a los pueblos del sur andino. 

Nosotras somos las transmisoras de sabiduría y conocimientos, nos quedamos en casa mientras nuestros esposos migran a las ciudades para ganar dinero en las chacras de la costa. Por ello, somos las que vivivimos en la comunidad y tenemos viva la cultura, el idioma y nuestros vestuarios originales; conocemos de cerca los procesos de nuestras comunidades, hablamos con nuestros abuelos y luego con nuestros hijos; tenemos conocimiento agrícola y medicinal, hemos aprendido a criar a las plantas; por todo ello somos el corazón de la familia.

Desde lo exterior se nos ha visto como dóciles, calladitas y bonitas; pero cuando hemos cuestionado nuestras organizaciones mixtas o los gobiernos de turno, nos vieron como mujeres problemáticas, mujeres que no saben cocinar o que quieren parecerse a los hombres.  A las mujeres aymaras nos importa lo cotidiano, pero eso no quita que lo público y la representatividad también sea importante para nuestros procesos de vindicación y lucha, ya dejamos de vernos como la pobrecita, la que no sabe nada, la que no puede; ahora estamos dando pasos firmes por nosotras y los nuestros.

Conversatorio “Mujeres aymara: género y política” durante actividades abiertas del Wikicampamento 2025 en Chucuito Puno.

Las mujeres aymaras del sur andino estamos atreviéndonos a participar en espacios públicos y privados que muchas veces fueron negados y ocupados solo por hombres, como ser gerentes en las instituciones. Pero ahora nuestro atrevimiento va más allá, queremos ser alcaldesas de nuestros distritos, consejeras de nuestras provincias o congresistas porque somos las que conocemos la realidad de nuestros pueblos, porque vivimos en carne propia las realidades de nuestras comunidades.

Por otro lado, la realidad de la sociedad aymara no es distinta a la de otras sociedades, donde las prácticas machistas siguen vigentes, donde aún se nos ve a las mujeres como seres inferiores y con roles definidos desde el nacimiento, otras prácticas llegan al extremo donde algunos hombres se atreven a cosificarnos o  adjetivarnos con frases como “dinero y mujeres nunca me han faltado”, muy pocas mujeres aymaras también apoyan esos constructos sociales, que se deberían eliminar, aceptando estar en medios publicitarios como la cara bonita y lista para foto, o como la mujer que acompaña a la autoridad de turno con su traje original a modo de adorno.

Definitivamente nadie tiene que pensar como yo, y menos suscribir mis apuntes, estas son líneas desde mi perspectiva personal y experiencia de vida; es muy distinto ser mujer indígena aymara que ser mujer indígena de Rusia, somos diferentes porque nos ubicamos en espacios y condiciones diferentes, pero siento que en medio de esas diferencias podemos construir mundos equitativos. No he  querido romantizar, ni idealizar mi cultura o mi lengua aymara, ya que las poblaciones siempre van en constante cambio por los procesos que les toca vivir. Estos apuntes nos puedan llevar a la reflexión y acción, estas líneas las hago en el marco de la invitación de los hermanos de Wikipedia, en la línea de la organización WikiAcción, donde tuve la oportunidad de conversar y compartir mi proceso como mujer indígena aymara; igual seguiré escribiendo como una forma de cuestionar y reflexionar sobre mi posición de vida en mi espacio aymara. 

¡Jallalla pueblos indígenas del Perú y el Mundo! 

¡Pay suma munata kullakana jitatanaka!  

Sobre Yeny Paucar 

Mujer aymara, mamá de Sumita Ponce e hija de Rosa Palomino y Cornelio Paucar. Es actual presidenta de la Red de Comunicadores Indígenas del Perú (REDCIP) y de la Unión de Mujeres Aymaras del Abya Yala (UMA), además es productora del programa en aymara Wiñay Panqara, que traducido al castellano es Siempre Floreciendo.  Estudió Ciencias de la Comunicación Social en la Universidad Nacional del Altiplano (UNAP) en Puno, Perú. Tiene un postgrado en Derechos Humanos para Pueblos Indígenas de América Latina en la Universidad de Deusto Bilbao, España.

Corrección de estilo: Claudia Cori 

Conversatorio “Mujeres aymara: género y política” durante actividades abiertas del Wikicampamento 2025 en Chucuito Puno.

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